Cuando se trata de proteger tu negocio de plagas, las medidas estructurales son fundamentales. Es importante realizar una inspección de todas las instalaciones para identificar posibles puntos de entrada. Sellar grietas y fisuras, y colocar mallas en ventilaciones o rejillas es el primer paso para evitar que las plagas encuentren su camino hacia tu local.
Además, mantener una correcta ventilación y limpieza, especialmente en las áreas de almacenamiento y cocina, es clave para disminuir el riesgo de infestaciones. Las instalaciones de fontanería deben revisarse regularmente para evitar que se conviertan en un punto atractivo para roedores.
Con estas medidas, no solo estarás protegiendo tu negocio, sino también asegurando un entorno más saludable para tus empleados y clientes.